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EL AMOR DESPIERTA EL ALMA Y NOS HACE ASPIRAR A MÁS,
NOS ENCIENDE EL CORAZÓN Y NOS TRAE PAZ A LA MENTE.

domingo, 20 de junio de 2010

MOVIMIENTO CULTURAL DEL SIGLO XIX.



En este trabajo, también analizaremos el romanticismo como movimiento literario y artístico de principios del siglo XIX.
El romanticismo es un movimiento cultural revolucionario contra el racionalismo de la época de la Ilustración y contra el clasicismo imperante.
Esta época romántica refleja sus características principales en la totalidad de las obras que se crearon mientras reinó. Así, en los libros, pinturas o esculturas realizadas durante el romanticismo priman características inequívocas de esta nueva revolución.
El romanticismo se diferencia de otros movimientos porque en contra de ese racionalismo estricto y cuadriculado, dio primacía a los sentimientos; las emociones humanas son lo primordial y se deben expresar. Lo importante ahora es el autor, que tiene libertad total de expresión y da rienda suelta a su imaginación, creando ambientes místicos en los que expresar su desarraigo ante la vida, su amor y su dolor sin tapujos.
Cobra una gran importancia el paisaje, y el autor lo identifica con su estado de ánimo, generalmente pesimista y decaído, por lo que los nuevos escenarios románticos suelen ser lugares lúgubres, recónditos, misteriosos, fantasmagóricos y siniestros (podemos encontrar un buen ejemplo de esto en las “Leyendas” de Gustavo Adolfo Bécquer). Esta relación paisaje-alma está presente en la mayoría de las obras de la época romántica, también en pinturas como las “Negras” de Goya.
Como vemos, durante el romanticismo se crea un nuevo ego, un culto al “yo”, una toma de conciencia de la persona como ser humano, con sentimientos, miedos e ilusiones, que le llevan a centrarse en sí mismo y a mostrar al mundo la necesidad de compartir sus emociones, de luchar contra ese racionalismo que rompe con la retórica emocional.
Los autores románticos son creativos, liberales, imaginativos, muy diferentes de los anteriores autores clásicos, más cerrados a la creación libre.
Otra de las características importantes desarrolladas durante el romanticismo es la exaltación nacionalista, se le concede autoridad a las pequeñas particularidades de cada región, creando una tendencia a amar a los pueblos de los que se procede y a no menospreciar las individualidades que hacen que se distinga un lugar de otro. Se valora la historia de cada región, sus tradiciones, sus logros, sus avances, repasando desde su origen hasta el momento en que se crea la obra.
Las creaciones literarias de este nuevo movimiento suelen dejar sus finales abiertos, crean obras imperfectas e inacabadas que dejan hueco a la libre interpretación del lector, le hacen participar e identificar el final de la lectura a su antojo, y que lo hagan acorde con su estado de ánimo, así no es solo el autor el que puede expresarse, sino también sus propios receptores.
El subjetivismo romántico y el aprecio personal desarrollado desde finales del siglo XVIII y principios del XIX, hace que por fin se tome conciencia del carácter de cada persona, que se aprecie lo individual, que se valoren los pensamientos de uno mismo. El romanticismo consigue que, por primera vez, el ser humano sea entendido desde dentro, desde las emociones más profundas y desoladoras. Por primera vez, el foco de atención son los sentimientos y no la razón.

Entrada elaborada por: Miriam Vivar Benjumea

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